Aún el rastro de los Oscar 2025 sigue llegando a salas, y es por esto que la conmovedora película animada en stop motion, Memorias de un caracol (memoir of a snail), nominada a mejor película de animación, ganadora en el festival de Annecy y en SITGES, llegará a salas limitadas este 20 de marzo.

Esta película del director Adam Elliot, nos lleva por la vida de Grace Pudel, una niña solitaria e introvertida, amante de los caracoles y las novelas románticas a la que se le destruye su mundo feliz cuando su padre muere y es separada de su hermano. Por esto se refugia en sí misma en vez de adaptarse a su nuevo entorno, hasta conocer a una excéntrica anciana llamada Pinky quien cambiará su vida para siempre. 

El director australiano Adam Elliot ya nos había mostrado su estilo particular con el cortometraje ganador del Oscar en 2004, Harvie Krumpet y la película del 2009 Mary y Max: animación oscura, escenarios cautivadores y detallados, personajes no tan atractivos, humor negro y mensajes fuertes. Esto se debe al gusto del director por retratar personajes solitarios que por lo general vienen de familias disfuncionales y suelen refugiarse en pasatiempos extraños o amistades inusuales, pero se las arreglan para encontrar no un final feliz, sino realista y en calma.

Memorias de un Caracol, explora la psicología de un personaje escondido en su “caparazón” para evitar el dolor de sus pérdidas, ocultar el miedo al rechazo, la falta de todo tipo de amor y la soledad. No obstante, la historia también nos regala un personaje encantador como Pinky, quien a pesar de su edad es una inspiración no solo para la protagonista, sino para los espectadores, a los que también se les invita a tomar la vida como viene. 

Sin duda, Memorias de un Caracol es un viaje hermoso, lleno de risas y muchas lágrimas donde en un punto se puede preguntar “cuándo va a dejar de sufrir tanto”, pero esta película es como la vida misma “sino es una cosa, es la otra” solo es posible encontrar breves momentos de calma. Por esto los espectadores suelen identificarse con este viaje de amor propio y búsqueda personal que en algún punto es el de todos.